Hotel Mándala Botero Medellín

Reseña de un crítico de hotel

Mi reciente escapada romántica al Mandala Hotel Botero en Medellín fue una combinación de encanto y desafíos. La ubicación en pleno corazón de La Candelaria es simplemente espectacular, rodeada de belleza arquitectónica y cultura vibrante. Al llegar, me sorprendió la atención del personal, que fue extremadamente amable y colaborador, facilitando información sobre las mejores rutas en el metro, lo cual fue muy útil para explorar la ciudad. Sin embargo, nuestra primera habitación resultó ser un poco reducida; apenas cabían nuestras maletas. Afortunadamente, tras una conversación con la recepción, nos cambiaron a otra más amplia y confortable, con aire acondicionado y una terraza agradable para disfrutar de las vistas. Disfrutamos de un delicioso desayuno todas las mañanas, complementado por la limpieza y el buen cuidado que se notaban en todas las instalaciones. A pesar de las molestias iniciales, el personal hizo todo lo posible por brindarnos una experiencia positiva, lo que habla muy bien de la atención al cliente del hotel. En conclusión, el Mandala Hotel Botero, aunque con detalles a mejorar en ciertas habitaciones, ofrece un servicio cálido y eficaz en un entorno ideal para disfrutar de Medellín. Me quedo con ganas de volver, esperando que en mi próxima visita todo esté a la altura de su evidente potencial.